
A veces solo es estar en el momento justo, en el lugar apropiado, en buena compañía, o gozando de un necesario momento de soledad.
He pasado todos los momentos del día en el mismo sitio, en alguna cala perdida de la costa mediterránea, y pensaba en todos los colores que el mismo escenario nos ofrece. Pero, por qué será que es el crepúsculo el que me invita a reflexionar...?
Todos los azules estaban allí, a mi alcance...
...y recordé aquél poema de Bécquer, que vuelve a enamorarme una vez más...
"Tu pupila
es azul, y cuando ríes
Su claridad suave me recuerda
El trémulo
fulgor de la mañana
Que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul
y cuando lloras
Las transparentes lágrimas en ella
Se me figuran
gotas de rocío
Sobre una violeta.
Tu pupila es azul y si en el
fondo
Como un punto de luz radia una idea,
Me parece en el cielo de la tarde
Una
perdida estrella..."