Cuando busqué un nombre para mis artesanías, quise que tuviera que ver con mis raíces, y en la mitología asturiana y cántabra, encontré estos personajes que hacen su aparición en la mágica Noche de San Juan.
Les Xanes
Esbeltas
mujeres de cuerpos sinuosos, largas cabelleras áureas como el sol y
ojos cristalinos como los estanques y lagos donde habitan, pueden ser
contempladas aun entre las brumas místicas de las noches de San Juan,
donde el mundo onírico de los mitos se entremezlca con el mundo de los
mortales.
Estas prodigiosas mujeres, llamadas desde antiguo por el pueblo astur como
xanas, xanes o encantadas, son las ninfas acuáticas que guardan con
celo tesoros de incalculable valor en algunos mitos, son mujeres
malditas que han de ser desencantadas en otros, e incluso en raras
ocasiones influenciadas por el oscuro mito del kelpie irlandes, son
ninfas de agua que consumidas por un odio visceral hacia todo lo vivo,
atraen a incautos pastores con sus malas artes para ahogarlos en los
mismos lagos que juraron proteger y darles muerte en sus aguas.
Sea como fuere, estos seres mágicos, han tenido una gran influencia en el mundo mitológico de los distintos pueblos celtas, quizás por la importancia que el agua ha tenido siempre entre los hombres.
En la mitología asturiana sin duda la figura de la xana es, quizás, el personaje más conocido y
también el más arraigado en la tradición popular. Un testimonio del arraigo
importante de la xana lo tenemos en el hecho de que en la toponimia de Asturias
encontramos muchísima presencia de la xana o les xanes. Todos estos topónimos
en los que se encuentra el nombre de xana o xanes suelen tener que ver con
fuentes o estanques de agua. Es lógico que así sea, porque esta pequeña diosa
que es la xana habita siempre en la cercanía de las aguas, bien sea al lado de
las fuentes, de los ríos, de los pozos, de los lagos o de los terrenos
pantanosos.
En la Noche Mágica de San Juan, el
24 de junio, las Xanas se hacen visibles para quien las quiera
contemplar con solo acudir a los sitios que habitan, como fuentes,
lagos y ríos. Suele aparecer sentada en una roca, cantando y
portando una madeja de hilo de oro, que se lo entregará a aquel
que se lo pida prometiendo desposorio y magníficos tesoros para
aquel que consiga deshilar la madeja sin cortar el hilo, pero si el
hilo se rompe, se castigará al humano con su muerte,
atrayéndolo hasta el fondo de las aguas. Esa noche
mágica suelen romper su encantamiento, bailando, lavando y
tendiendo sus ropas. Hay un cantar que dice así:
cuando duerme la quintana
el galán que la enamora
viene a hablar con una xana...
Les Xanes, pequeñas hadas acuáticas de gran belleza que habitan en las fuentes de aguas cristalinas, arroyos y lagunas.
Les Xanes, que peinan sus largos cabellos con peines de oro, y cantan y bailan, mirándose en el espejo que les ofrece el agua.
Les Xanes, hadas buenas y generosas, que embellecen el sitio por el que
caminan, dejen aquí sus tesoros, hasta la próxima Noche de San Juan...